Las *grasas pasantes* juegan un papel crucial en la nutrición animal, especialmente en rumiantes como vacas lecheras y ganado de engorde. Su importancia/ventaja radica en varios aspectos claves:
1. Mejora de la eficiencia energética: Las grasas pasantes son fuentes concentradas de energía que no son degradadas en el rumen, lo que significa que pasan directamente al intestino delgado donde son absorbidas. Esto permite que los animales reciban energía de alta calidad sin alterar la fermentación ruminal.
2. Incremento en la producción de leche: En vacas lecheras, la suplementación con grasas pasantes puede aumentar la producción de leche y mejorar su composición, particularmente en términos de contenido de grasa. Esto es vital para maximizar la eficiencia de la producción lechera.
3. Optimización del balance energético: Durante las etapas de alta producción, como el inicio de la lactancia, los animales a menudo enfrentan un déficit energético. Las grasas pasantes ayudan a mejorar el balance energético sin incrementar el riesgo de acidosis, ya que no son fermentadas en el rumen.
4. Mejora de la reproducción: Un adecuado aporte energético a través de grasas pasantes puede mejorar la tasa de concepción y reducir los problemas reproductivos, ya que contribuye a mantener el estado corporal y la función reproductiva en condiciones óptimas.
5. Salud y bienestar del animal: Las grasas pasantes también pueden contribuir a la salud general del animal al proporcionar ácidos grasos esenciales que son fundamentales para la función celular y la producción de hormonas.
6. Aumento de la palatabilidad: La inclusión de grasas pasantes en la dieta puede mejorar la palatabilidad del alimento, lo que fomenta un mayor consumo, por ende, una mejor ingesta de nutrientes y consecuentemente una mayor producción de leche o carne.
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