El 95% de las moscas restante se encuentra en alguna de las fases no adultas distribuidas en la materia orgánica en descomposición que se genera en los establecimientos agropecuarios.
El guano o estiércol, los efluentes, los restos de silos y rollos o cualquier otro ingrediente en descomposición, como así también los remanentes de los comederos, son materiales ideales para la reproducción de las moscas.
¿Qué impacto tienen las moscas en la producción?
Más allá de la molestia que representan para el humano, las moscas son vectores de enfermedades. Distintos trabajos realizados en Universidades y Centros de Investigación determinaron el impacto negativo de la presencia de moscas, entre los que se destacan perdidas productivas del 10 al 16%, estrés generado por el movimiento de cabeza y cola, incremento en la prevalencia de queratoconjuntivitis y de mastitis.
Adicionalmente, la migración de moscas desde los establecimientos productivos hacia las zonas pobladas genera problemas sociales y ambientales, que cada vez toman mayor fuerza como reclamo.
¿Acciones aisladas o Manejo Integrado de Moscas?
Existen distintas estrategia que se pueden implementar para el control de las moscas, entre las que se destacan el control cultural, el biológico y el químico. Pero sin dudas, el Manejo Integrado de Moscas, que incluye la combinación de estas 3 estrategias, es la mejor alternativa para solucionar este problema.
El Control Cultural tienen la finalidad de generar un ambiente limpio e higiénico tendientes a reducir al mínimo los sitios de oviposición de la mosca adulta. Las principales tareas son la eliminación permanente de estiércol, el control de las pendientes de los corrales, la implementación de medidas de higiene y limpieza y el manejo de una adecuada densidad de animales.
El Control Biológico implica la utilización de un parásito específico de las moscas, que permite cortar el ciclo de desarrollo.
Finalmente, el Control Químico implica la utilización de 2 métodos: el control de las larvas y de los adultos.
Nutriar formuló una línea de suplementos nutricionales con el agregado de Diflubenzuron, un efectivo larvicida que inhibe su normal desarrollo, evitando que lleguen al estado adulto.
La utilización del larvicida en los suplementos permite dosificar la dosis correcta, sin tareas adicionales para el personal.
Complementariamente, se recomienda utilizar un producto adulticida, que contribuye no solo a reducir la carga de adultos, sino que en consecuencia, se reduce la tasa de oviposición. Una alternativa es la fumigación o aspersión en las zonas de mayor presencia de estos insectos. Pero también se puede optar por la utilización de cebos o pinturas que contienen una formulación que incluye el insecticida y un atrayente hormonal. Una alternativa muy efectiva es AGITA Granulado.